Lo malo de los picos de emoción es el después.
El día siguiente, el nudo en el estómago, el no dije esto o aquello, no abracé lo suficiente, no besé lo suficiente...
Lo malo de los picos de emoción es el vacío, la resaca, el sólo quiero esconderme bajo una manta.
"¿Y ahora, qué?".
En este después no bastan los recuerdos, porque no inundan lo suficiente.
Ay, Miss Lund... Tienes toda la razón.
ResponderEliminarUn beso, Belén.
ResponderEliminar:)
Fíjate que andaba yo tristona, me paso por aquí y leo esto...
ResponderEliminarPues sí, no lo suficiente.
Un besico enorme.
Corde
Otro para ti, Corde.
ResponderEliminarMuaaaa
Lo malo de los picos de emoción es que siempre llegan a destiempo, no se por que, pero así sucede...
ResponderEliminarUnas veces llegan antes de tiempo, y otras justo, justo cuando el avión acaba de despegar, a veces incluso, ese cúmulo de sensaciones que son capaces de hacernos llorar, reír, temblar..., se cruzan como dos trenes en la estación que viajan en sentido contrario.
Así es.
ResponderEliminar"...como dos trenes en la estación que viajan en sentido contrario."
Si al menos viajasen en la misma vía... entonces un hermoso buuuuuuuuum!
Un beso, anónimo.
Si, sin duda se trataría de un fantástico y hermoso buuuuuuum, pero efímero, no crees? y que nos llevará al inicio de tu historia, un pico de emoción que termina debajo de una manta anhelando haber dicho o hecho ... (Podría ser una opción )
ResponderEliminar... pero un fantástico y hermoso buuuuum al fin y al cabo.
ResponderEliminar¿Merecería la pena?
Siempre!
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